lápiz y café sobre papel. retoque digital |
Después de un largo desayuno de verano, sin prisas, estaba hablando con unos amigos de las cosas que nos gustan de nuestra vida diaria y de si éramos conscientes de ello. Cada cual opinaba y se decían cosas muy entrañables. A mi cabeza acudieron un montón de sensaciones que me llegan a diario y lo conté. Después, hice una lista de "cosas que me gustan y que no quiero perder" y empecé ilustrando ésta, la primera:
mi momento ducha.
No sé por qué pero todos los días me pasa, un instante que me transporta a mis recuerdos más antiguos. Después de ducharme me envuelvo en mi toalla y me quedo quieta, mirando hacia abajo mientras me seco. Con mis pies bloqueo el paso del agua que todavía queda en el suelo de la bañera. Después levanto uno y luego el otro para que el agua corra. Me encanta escuchar el sonido del chorrillo que cae por el desagüe.
Me pasa desde siempre y me gusta.
Ojalá nunca tenga una angustia grande que me haga olvidarlo.
Ojalá nunca tenga una angustia grande que me haga olvidarlo.
SENI
ResponderEliminarSeni tardaba horas en la ducha.
Y, aunque siempre salía del baño sin peinar, con el pelo algo húmedo y sin maquillar, todos en la casa pensaban que tardaba tanto porque se lavaba los poros y se secaba los pelos uno a uno y que se hacía la manicura y la pedicura a diario.
Seni en el cuarto de baño se dedicaba a viajar, a veces en barco, otras en submarino, y la mayoría de las veces buceando como sirena sin cola.
Ella, después de ducharse, sin salir de la bañera, se liaba en la toalla pero no se frotaba, se quedaba mirando como el agua se le escurría por las piernas, con los pies hacía un dique para que se formara un charco y dependiendo la figura que tomara el agua así sería su aventura. Una vez tomó forma de ballena y como si fuera Pinocho navegó hasta el interior del animal pero no se encontró con Gepetto ni con el muñeco de madera, allí se encontró restos de un barco hundido y un medallón con la foto de un joven muy hermoso. Otra vez la forma adoptada por el agua fue la de una isla, aunque a decir la verdad islas eran las formas que más aparecían, pero aquella isla fue muy especial porque en ella encontró restos de vida humana y algunas pistas que sospechó que las habían dejado para ella, pero por mucho que paseó por ella, en aquel y en posteriores viajes, no encontró a nadie. También cruzó ríos y lagos, se perdió por los pasadizos de un pozo de los deseos y se escondió detrás de una catarata. Conoció a seres reales y fantásticos, habló con ellos en sus idiomas y los entendió perfectamente…
Y siempre ocurría de la misma manera, Seni comenzaba a diluirse con el último de los chorros de agua, primero era el pelo, la cara, el cuello, los brazos, el tronco, las piernas y cuando sólo quedaban los pies, los levantaba para unirse totalmente al líquido y correr con él por el desagüe, cuando ella se bañaba la caída del agua sonaba diferente que con el resto de la familia.
Una vez, mientras almorzaban, contó uno de sus viajes pero como se rieron de ella no lo volvió a hacer.
Y un día ocurrió. Después de tres horas con el baño cerrado, comenzaron a golpear en la puerta y como no respondía la echaron abajo, pero sólo se encontraron con una toalla húmeda dentro de la bañera junto a un medallón con la foto de un hermoso joven.
¡¡¡Con café!!!
ResponderEliminarGracias, Inés por compartir este trabajo ;-D
Y gracias Pepepérez por sugerir una historia que se prolonga y apoya en la inicial.
Salu2
¡Qué bonica!
ResponderEliminarEspero que no te falten nunca esos detalles simples que te hacen disfrutar la vida con tanta delicadeza
Todos tenemos momenticos de estos, quizás lo que ocurre es que tenemos la cabeza en otras cosas y esto pasa mas desapercibido.
ResponderEliminarMuchas gracias a Pepepérez, me alegra que esta ilustración haya provocado este derroche de imaginación. Por cierto, junto a la foto del hermoso joven hay una ramita seca de helecho.
Y muchas gracias a José Luis Cano y a Pepines por ese seguimiento que hacéis y esos ánimos.
Besos para los tres
Tu "momento ducha", Inesinka, es tan mágico, es un placer de ver y de leer! Gracias por hacernos disfrutar y pensar en estas, las cosas más importantes de la vida! A ver... qué más momentos de esos hay...? A ver... a ver... se me ocurre el instante de girar la llave de la puerta al entrar en casa después de un viaje...! Qué intriga, lo que se haya podido cocer ahí dentro durante nuestra ausencia!!! Niña guapa y tierna, sigue haciéndonos pensar con el corazón!!!!!!!
ResponderEliminarUy, ese momento de vuelta a casa también es delicioso. Dependiendo de la hora a la que regrese me llama gritos mi sillón de reina, mi cama rica, mi cocina o, por qué no decirlo, mi cuarto de baño, Mi casa es la gloria.
ResponderEliminarY rara vez se queda sola, mis hijos se encargan de que se cuezan muchas cosas cuando salgo de viaje
es lindo ese momento en que por la mañana, a eso de las 11 vi por primera vez tu momento de niña sentado en tu casita. Fue como siempre, un desayuno estival con mil millones de brisas a cual mejor...desde entonces podria decir que tengo una hijita pequeña de profundos ojos oscuros, manos pequeñas...que nunca deja de sonreirme y de hablarme de verdades con una sutileza tan hermosa...a sus pies humedos, pequeña Majestad !
ResponderEliminarAy Rafa, qué bonico eres
ResponderEliminarJooo!!, me gusta mucho hermanica.....
ResponderEliminarme alegro que las cosas vayan por aquí y sobre todo que te guste tanto hacerlo....