El faro estuvo encendido toda la noche. Una preciosa noche de verano llena de estrellas y un faro encendido y un barco que venía cargado de mensajes y mucha gente, no sobraba nadie, pero sí faltó alguien, un plato lleno de pingüinos y una tarta que supo a gloria. Carcajadas de mil dientes, canciones desafinadas, chácharas sin pausa... Imágenes que guardo en el recuerdo de aquella noche de bienvenida, de faro encendido.
Una vez más lo volvemos a encender para él.Y como todos los faros, sé que éste le guiará en el camino de vuelta a casa, porque ... ¡vuelve!, ¡de nuevo en casa! sólo quedan unos días, la cuenta atrás ya está en marcha ... 8 ...7 ...6 ...5 ... ¡Vuelve pronto, ven ya! El faro sigue encendido.
Portada que he tenido el placer de realizar para un libro de mi admirado Miguelángel Flores y que ha editado con amor la editorial Talentura. Si te gustan los microrrelatos, si quieres pasar un buen rato, o muchos buenos ratos, ponte a gusto y zambúllete en estas micro historias que son grandes. Un gran placer para el alma.
Una vez más una ilustración mía para las tarjetas viajeras del proyecto Atrapalabras.
Cada mes una tarjeta nueva, con una historia y una ilustración diferentes que viajarán por aquí y por allá y que puedes encontrar en cualquier lugar: la calle, un banco (de los de sentarse), una ventana, la mesa de un bar, al pie de un árbol, en la parada del autobús ... allá por donde vaya Légolas colectivo escénico con sus cuentos. Porque son ellos los que se encargan de irlas dejando por esos sitios, para que la gente las encuentre, las mire, las lea, se las lleven o las dejen para que otros hagan lo mismo o no.
Esta vez escribe Jackeline de Barros, una apasionada de los libros y las historias y que no puede disimularlo.
Léelo y me darás la razón, pincha aquí, Atrapalabras.
Me gusta mucho cómo han quedado mis ilustraciones enmarcadas con maderas recicladas. Es exactamente lo que yo quería. Gracias Michael, eres un artistazo, te lo has currado.
Reproducción impresa a color en papel Epson Cold Press Brigth 305 gr/m. 100% algodón
Desde que mi amiga Rosana me enseñó a alegrar nuestras mesas camilla con hojas secas, me paso todo el tiempo recogiendo hojas del suelo. Y es que esto no es más que empezar porque encuentras maravillas, hojas verdes, amarillas, marrones, rojas, negras, unas redondas, otras con puntas, con forma de corazón, grandes, pequeñas... No las busco, las encuentro en mis paseos por el campo o por la ciudad. Recojo las que me llaman de alguna manera y las seco entre papeles y con peso encima. Todos los años un mantel diferente, único y efímero que dura lo que dura el lienzo que cubre la mesa limpio y entonces todo se desmonta y se vuelve a hacer otro tapete nuevo. Este año mi mesa recuerda el otoño, que ya pasó, de esta manera: